Del 27 al 30 de mayo, la PUCP fue sede de la sexta edición del Seminario Internacional de Artes Escénicas, organizado por la Especialidad de Creación y Producción Escénica de nuestra Facultad.
Matías Umpierrez, artista hispano-argentino reconocido por sus propuestas transdisciplinares que desafían los límites del teatro, el cine y las artes visuales ofreció la conferencia “Matías Umpierrez, un artista transdisciplinar” en el Auditorio de Humanidades. Asimismo, lideró el taller “Obsesión & Transdisciplina: otros modos de crear”, en el que compartió su proceso creativo y su experiencia internacional en espacios no convencionales.
Tuvimos una entrevista con él y esto fue lo que nos contó:
1.Hola Matías, cuéntanos por qué haces lo que haces, por favor.
No sé, yo creo que hago lo que hago porque tengo la necesidad de hacer algo con la realidad que me aliena, de alguna manera, ¿no? Yo creo que trabajar justamente en el territorio del arte es poder hacer algo con la sensibilidad de nuestra época, con la sensibilidad que nos marca, de alguna manera. Por lo menos como generación, y en ese sentido, dentro de la tierra. En ese punto siento que el arte es justamente la capacidad de mediar, ¿no? A través de la sensibilidad, con los conflictos que van hacia adentro de nosotros y nosotras como personas, de alguna manera, pero también de quienes nos rodean.
Yo creo que a través de la práctica que hago es el modo de entender el mundo que me rodea. Entonces, me interesa verlo justamente a través de la práctica artística y a través específicamente de mi trabajo de la ficción. A mí me interesa mucho más desde pequeño. Siempre pensé esa idea de vivir en la ficción, ¿no? Pero no por vivir en un mundo paralelo, sino vivir a través justamente de la percepción, de la sensibilidad y tratar de hacer con eso un registro de la época en la que vivo.
2.¿Cómo se dio tu aproximación a la tecnología para crear arte?
Yo siempre pienso que, en mi caso, yo crecí dentro de un arte efímero que es el teatro y siempre sentí que la tecnología que yo tenía a mano era el modo de que muchas cosas de este arte efímero se puedan resistir al olvido, ¿no? A mí me interesó siempre como poder utilizar justamente estos dispositivos en un sentido más sensible que los que los utilizamos más en el día a día porque en realidad están todo el tiempo cargados de la sensibilidad de las personas, ¿no? Y no solamente de la formalidad que hacen a nuestros trabajos, a nuestras profesiones, sino que son quienes nos están registrando en ese sentido. Entonces cambiar los elementos de posición es lo que me permite justamente guardar esa sensibilidad desde otra percepción.
3. En la multidisciplinariedad se combinan los conocimientos y enfoques de diferentes disciplinas, en la interdisciplinariedad, las disciplinas interactúan y se combinan para generar nuevos conocimientos, pero la transdisciplinariedad lleva todo más lejos, entonces, ¿podrías explicarnos un poco más sobre tu enfoque y por qué esa necesidad de ahondar más que en las primeras dos?
Yo trabajo desde lo transdisciplinar, porque primero yo crecí en una frontera entre varios países, porque yo soy inmigrante e hijo de inmigrantes, y eso siempre a mí me llevó a pensar cómo existimos las personas que no tenemos raíces en ese sentido, raíces tan profundas como quienes se quedan en sus hogares de origen y vienen de familias que son parte de esos lugares en donde crecieron, en ese punto. Entonces yo siento que la transdisciplina me permite justamente cruzar esos disciplinamientos y poder hablar desde la frontera, de las disciplinas, de las fronteras entre los países, las fronteras entre los idiomas, las fronteras entre los cuerpos. Me parece que ahí hay un lugar que puede cobrar centralidad.
Eso que consideramos periferia es la centralidad para muchas personas como yo en ese sentido y por eso siento que también mi generación está por suerte pensando las corporalidades, las identidades de género, las identidades sexuales y en ese punto creo que los artistas de esta época o por lo menos una parte estamos interesados justamente en volver a pensar cuáles son los cuerpos de las obras artísticas y en ese sentido mis cuerpos son cuerpos trans.
4.¿Qué le dirías a las chicas y chicos que aún no se animan a tomar el arte de forma profesional? Y también, ¿qué les dirías para que se animen a hacer arte con lo que tienen a la mano?
Yo creo que transitar el arte es animarse a transitar el abismo de la vida, en ese sentido, la inestabilidad de la vida. Yo creo que siempre estamos como tratando de construir una idea de la felicidad, que yo creo que en realidad lo que en mi caso estoy buscando es la plenitud, más que la felicidad en ese sentido. Y justamente tratamos de intentar así sea controlar. Y el arte de alguna manera es justamente el no control, como liberar justamente la sensibilidad para dentro de la sensibilidad de ese no control y desde ese abismo poder hacer algo que genere algo en ese punto, o alguna forma que nos pueda contener en el sentido sensible, en el sentido tal vez más conceptual de la realidad. Y por eso creo que se tienen que atrever justamente a lo que eligieron, que es enfrentar ese abismo, el abismo de la creación, el abismo de la producción, el abismo del miedo, en realidad a poder definir lo que quiero hacer, porque en realidad ahí yo estoy dejando mi huella.
Entonces lo que diría es que no le tengan miedo justamente a crear y a dejar esa huella. Y por otro lado creo que tienen la suerte de ser parte de una generación que tiene a mano la posibilidad de hacer algo. Yo cuando era chico y empecé a ver cómo era la posibilidad de crecer en esta profesión, yo sentía que tenía que ir a una institución y que un teatro, un director o alguien importante me tenía que dar una posibilidad. Y justamente lo que empecé a hacer es darme esas posibilidades con lo que tenía a mano, utilizándolas de manera aleatoria, justamente todo eso que es parte de mi vida, de mis obsesiones, de mis miedos y todos esos elementos que son parte de lo que también se llama tecnología, que en realidad la tecnología hace un montón de formas que hay veces son analógicas y que no están relacionadas necesariamente con el posicionamiento contemporáneo de la tecnología.
Una paloma mensajera es tecnología, una carta es tecnología. Entonces yo creo que podemos escarbar en un montón de posibilidades que hoy tienen una capacidad de amplificación que es mucho más democrática y mucho menos piramidal que las que formaban parte de otras generaciones. Entonces yo creo que tienen la suerte de formar parte de esta generación porque a pesar de que las instituciones están cayendo o muchas instituciones están implosionando, lamentablemente, creo que podemos empezar a crear nuevas instituciones a partir justamente de nuevos modos de ver la realidad.
Y esos modos de ver la realidad pueden formalizar modos de encuentros que generen modos institucionales mucho más laxos que lo que era la tradición previa de cómo se construyó una institución. Por eso yo creo que en realidad los grandes cambios no los generan los políticos, los generan los pueblos. Los pueblos somos nosotros como personas y por eso creo que hay que unirse, hay que colaborar y hay que utilizar lo que tenemos alrededor y hay que crear nuevos sistemas de distribución artística a partir de nuestras propias inquietudes y de nuestras propias posibilidades.
“Yo creo que podemos escarbar en un montón de posibilidades que hoy tienen una capacidad de amplificación que es mucho más democrática y mucho menos piramidal que las que formaban parte de otras generaciones. Entonces yo creo que tienen la suerte de formar parte de esta generación porque a pesar de que las instituciones están cayendo o muchas instituciones están implosionando, lamentablemente, creo que podemos empezar a crear nuevas instituciones a partir justamente de nuevos modos de ver la realidad.”
5.¿Qué te llevas de esta experiencia y de lo compartido con nuestra comunidad artística?
Yo siento que cuando crecí dentro de mi generación, que era muy disciplinada, sentía que era muy diferente, como que pensaba cosas que estaban ahí en una frontera entre las artes visuales, el teatro, el cine y un montón de otras formas que no entraban en catálogos. Hoy me pasa que yo me siento muy identificado con, por ejemplo, muchas artistas que estuvieron en los talleres o en las conferencias. Me encontré muy reflejado en el modo de pensar. Cuando escuchaba sus proyectos, en realidad piensan como siempre pensé en ese sentido. Por eso digo, qué suerte, que esta generación tiene esa capacidad de ser libres y de animarse de alguna manera a plantear proyectos que no están alienados a una disciplina, sino están liberados justamente de todas las corazas y de todas las estructuras sociales para poder empezar a encontrar nuevas formas corporales de las artes. Y en ese punto para mí este encuentro fue muy alentador porque me encontré con una generación de artistas que en realidad están pensando de una manera muy libre, que están pensando en realidad proyectos, conceptos de proyectos y que luego viene el cuerpo.
Primero es pensar el proyecto y luego aparece de alguna manera en dónde tengo que inscribir ese proyecto, en qué tradiciones, en qué formas, en qué posibilidades, más que estar trabajando para un disciplinamiento y pensando contenidos para un disciplinamiento. También está bien para quienes lo hacen de manera orgánica, porque no se trata de ir en contra de las formas tradicionales que también siguen nutriendo a todas las nuevas formas. Creo que hay lugar para todos y todas y me parece que eso es lo más lindo de esta generación y por eso me fue muy alentador ver también alumnos y alumnas pensando en un sentido tan libre.
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